Ha trabajado toda su vida. El Mercado de Mariscos ha visto crecer a Lidia Rangel, de 74 años, vendiendo a diario sus frutas y verduras para el sustento de su familia.
Los días se tornan mejores debido a que su nieta Kely Meléndez, de ochos años, la ayuda a vender todos sus productos a las personas que eligen su puesto para llevar algunas verduras o frutas a casa.