Lo que muchos se temían está pasando. Al parecer, Lindsay Lohan no la pasa nada bien en el centro de rehabilitación Betty Ford, donde está desde la semana pasada, para cumplir con un programa de 90 días de tratamiento.
Allegados a ella aseguran que luego de que le prohibieron el medicamento Adderall, se ha puesto apática y desanimada. Agregaron también que cree que la rehabilitación no ayude a la actriz. ¡Ay no!