A los cinco años fue regalada por su madre biológica a Santos Cedeño de Gutiérrez, quien la crió como si la hubiera parido. Su padre biológico falleció hace años.
El año pasado una tragedia más sacudió su vida, cuando el padre de sus dos primeros hijos fue asesinado de seis balazos en un cuadro de fútbol en Arraiján.
La noche del martes una nueva muerte la conmovió, pues el más pequeño de su hijo, de tan solo 11 meses, murió ahogado en un tanque de agua.