El papa Francisco recibió hoy al presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, y en su discurso destacó la necesidad de que los Gobiernos defiendan la libertad religiosa y que creyentes o no creyentes colaboren para acabar con la crisis.
El pontífice y Napolitano se reunieron en privado durante una media hora y después realizaron sendos discursos, algo inusual en las visitas de los mandatarios de otros países, pero que se realiza en el caso de Italia.





