Ellos, los que están allí, saben y está en su conciencia, dijo el testigo protegido, quien agregó que esto se lo contó Pícoro a él en el mes de marzo y que les pagaron 15 mil dólares a los que participaron en el homicidio y unos 35 mil al que disparó, en este caso, Pícoro.
Por su parte, en una carta enviada el 27 de enero a los fiscales del caso, Miguel Ángel Arnes aduce que él estaba en Barrio Lindo ese día y que lo puede comprobar, pues estaba en su casa con su esposa e hija.





