Corea del Norte hizo un paréntesis en su escalada de hostilidades para conmemorar en un ambiente festivo el 101 aniversario del nacimiento de su fundador, Kim Il-sung, entre temores en el exterior por una posible prueba de misiles del país comunista.
A diferencia del año pasado, en esta ocasión el régimen no organizó un desfile militar para homenajear al fallecido presidente eterno, informó la delegación en Piongyang de la agencia japonesa Kyodo.