La doctora Jenny Vergara, quien forma parte de la Mesa de Salud en la Concertación Nacional para el Desarrollo, se mantiene firme en que esa resolución debe ser abolida en los requisitos de intercambiabilidad porque pone en riesgo la vida de los panameños. “Nos mantendremos vigilantes y espero que esa resolución sea modificada antes de que se hagan las licitaciones públicas de medicamentos, porque entrarían medicamentos que tienen eficacia probada”.

Mayra Silvera, directora de la Oficina Nacional para la Atención de los Refugiados (Onpar), explicó que los PTH son 1,500 colombianos que fueron desplazados por los conflictos bélicos en su país. Agregó que llegaron en 1997 y el Gobierno le dio este estatus mientras se resolvía su situación.

Sin embargo, el tiempo pasó y en el 2011 se aprobó la Ley 81, y tiene que estar lista en el 2014 para que a estas personas se le dé la residencia permanente, dijo Silvera.

A sus 58 años, Fulvia Jaramillo está orgullosa de ser descendiente anfroantillana, porque dice que las personas morenas no aparentan tanto su edad; en medio de risas, quiso dejar claro que aparenta menos de eso, porque el cuido y el tipo de piel los hace menos vulnerables a los rayos solares. “Esto hace que no se nos noten las arrugas”, dijo.

Esto se debe a que allí un vendedor de pastillas, a quien todos llaman “Ñato”, pega un cartón en la pared y apunta los números, en tiempo real, que juegan en los sorteos de miercolitos y domingos.

Con billetes y chances en mano, las personas miran cada número que apunta “Ñato” con la esperanza de ser los afortunados ganadores que les permitan pasar a la ventanilla de pago. Algunos jugadores de lotería que estaban allí dijeron que esta iniciativa es muy buena.