Cantidad de ropa con color oscuro y mojada colgaba aún en los ganchos, además de algunos pedazos de muebles que se mezclaban con las paredes quebradas, y un intenso olor a humo era el panorama desolador que se podía apreciar un día después del incendio en el almacén Madison de Albrook.
Muchos de los empleados llegaron al centro comercial, a pesar de que se informó que hoy estaría cerrado, pero no fue sino hasta el mediodía cuando dejaron pasar a trabajadores de locales más alejados del Madison.