El vertedero de Changuinola, una vez más, volvió a colapsar. Ya los residentes han perdido la cuenta.
Cientos de visitantes que pasan por el lugar hacia Almirante para luego ir al área peninsular a pasear, al igual que conductores que llegan o salen de la provincia hacia otros puntos del país, observan el triste espectáculo, montañas de desechos malolientes, miles de moscas y gallinazos hasta orillas de la calle.