Según manifestó Delgado en una entrevista con Efe, desde hace un buen tiempo comenzó a darles forma, sin saberlo, a los ornamentos que vestirá el sucesor del hoy papa emérito.
Como sastre de Benedicto XVI, Delgado forjó con el una amistad que se remonta a 2007. Iba a entregarle a él le obsequié unas casullas y mitras, después de unos meses vio mi trabajo, le gustó, y me invitó a Roma.