En ocasiones, las personas piensan que al llegar a los 50 años, la vida cambia y todo debe ser aburrido; pero no es así, lo que debe transformarse es nuestro modo de pensar.
En los Carnavales tuve el privilegio de ir a Penonomé y Aguadulce, conocer nuevas personas y sitios; a la vez pude tener un trato con un gran personaje, una dama que me dejó sorprendido por su gran energía y espíritu joven, hablo de Hersilia Tejeira, quien a pesar de tener 62 años, sus ganas de disfrutar la vida son enormes.