Cientos de compradores que visitaron ayer, Miércoles de Ceniza, el Mercado de Marisco de Río Hato, en Antón, aseveran que los precios están asequibles y los productos del mar son de buena calidad.

Los vendedores de pescado y otros mariscos aseguran que hay buenos precios, por debajo del mercado de Panamá. Los compradores también confirman que el mercado está limpio y en buen estado.

Ayer había en el mercado, 15 vendedores de mariscos, un puesto de verduras y legumbres, y hasta el mercado de artesanías, que son para dar más opciones a los compradores.

Los conductores tienen que irse prácticamente al paño contrario para pasar.

Un cerro de basura ocupa la mitad de un paño en la vía principal en Cerro Batea, en San Miguelito, pues ya la tinaquera no se da abasto con tantos desechos. /Foto: MILAGROS MURILLO F.

Reír es arriesgarse a parecer tonto. Llorar es arriesgarse a parecer sentimental. Buscar a alguien es correr el riesgo de involucrarse.

Expresar tus propios sentimientos es arriesgarse a ser rechazado.

Mostrar tus sueños a la gente es arriesgarse al ridículo. E ir hacia adelante contra la suerte es arriesgarse a fracasar. Pero debe correrse el riesgo...

Porque el mayor peligro en la vida es no arriesgarse nunca a nada. El que no arriesga nada, no tiene nada, puede evitar el sufrimiento y el dolor, pero no puede aprender, no puede sentir, cambiar, crecer... ni amar.

Con el entierro de la sardina el Miércoles de Ceniza, se disipó la fiesta que más esperan los panameños, los Carnavales. En los dos días que trabajé cubriendo los Carnavales de la City y Wawancó en Familia, pude observar que los panameños no se guardan nada a la hora de celebrar. Ropas extravagantes, peinados y cortes de cabello un tanto locos era lo que predominaba en la fiesta del dios Momo. Ni hablar de las bebidas alcohólicas, que eran consumidas por algunas personas como si el mundo se fuera a acabar.

En Panamá, siempre hay algo que se consume más que otros platos durante ferias, Carnavales y cualquier otra actividad. Las personas opinan lo siguiente.

No le tiene pereza al trabajo. Así es Rosa Lía Feliz de Gil, quien lleva más de 15 años vendiendo “hot dogs” (perros calientes) de manera ambulante por diferentes lugares de la ciudad capital.

Todos los días se levanta a las 3:00 a.m. para tener todo listo cuando inicie el día, pero eso no es lo único que hace doña Rosa, ya que cuando no está vendiendo sus perros calientes labora en un puesto de venta de comida, ubicado cerca del Ministerio de Obras Públicas.

Desde las cuatro de la madrugada de ayer, cientos de seguidores del Carnaval tableño se dieron cita al parque Belisario Porras para celebrar el famoso topón, en donde ambas tunas se ven cara a cara y se cantan de todo.

El espectáculo pirotécnico estuvo presidido por sus majestades Ana Gabriela Rodríguez y Maruquel Madelaine González, también estuvieron presente los bomberos y unidades de la policía para velar por la seguridad de los presentes.

El clásico lujo y esplendor fue lo que se vio en el recorrido de S.R.M Andrea Sofía, representante de la comunidad gay, el Martes de Carnaval en la Cinta Costera. ¡Oa, oa, oa!

Cuenta uno de los asesores de la reina que la comunidad gay invirtió alrededor de 35 mil dólares, en vestido y decoración del carruaje.

Jorge, uno de los miembros de la junta directiva, mencionó que se dispuso esa cantidad de dinero ya que querían ofrecer a los asistentes un “show” inolvidable.

¡Bien suculento! Así estuvo el gran cierre del Martes de Carnaval en la Cinta Costera.

Fíjense que las presentaciones de los artistas nacionales fueron muy aplaudidas por los presentes. Ahora, Wisin y Yandel no estuvieron mal, el reportorio que ofrecieron fue muy coreado.

Los boricuas cantaron por más de una hora y media, durante ese tiempo interpretaron 20 temas, entre ellos, “Mírala bien”, “Pam, pam”, “Abusadora”, “Pega’o”, “Te siento”, “Rakata”, “Sexy movimiento”, “Noche de entierro”, “Mayor que yo”, “Me estás tentando” y muchas más.

Intranquilo se encuentra Alfredo Escudero por el futuro de la cumbia, ya que la nueva ola de artistas están dejando a un lado el género que con orgullo interpreta.

Esta situación la cataloga como una verdadera lástima, pues la cumbia es un ritmo que tiene una identidad profunda, pero la están descuidando.

El acordeonista tiene la esperanza de que pronto muestren mayor interés y que no esperen a que él desaparezca físicamente para comenzar a interpretarla.