La honestidad en forma de palabras salió ayer de los labios del peleador panameño Dirceu El Explosivo Cabarca, al manifestar que no se debe juzgar a un púgil antes de que este suba al ensogado.
Cabarca, quien se encuentra en Panamá, confesó el motivo que lo llevó a seguir adelante mientras chocaba guantes, el pasado sábado en Toluca, México, contra el campeón minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el azteca Adrián El Confesor Hernández.





