Una empresa fabricante de zapatos envió un representante al África para abrir un nuevo mercado. Cuando el viajero volvió a la empresa, un mes después, su informe era totalmente negativo.
- En África casi todos van descalzos.
- Por lo tanto, no vamos a vender nada.
La dirección de la empresa, que no se dejó desmotivar por la mala noticia, envió un segundo representante a África para averiguar qué es lo que pasaba. Cuando este volvió, un mes después, elaboró un informe distinto.
- ¡Estamos de enhorabuena, señores!
- En aquel continente nadie tiene zapatos.





