Dice el refrán que el éxito tiene mil madres, pero el fracaso es huérfano.
A esta frase se suma el mundillo dirigencial panameño que con tal de evitar el mea culpa prefiere mirar para otro lado para no sentirse huérfanos. La noche del martes, Roberto Kelly dijo que Panamá no fracasó en su intento de lograr un cupo al Clásico Mundial, al caer 1-0 ante Brasil en el Rod Carew, para el seleccionador nacional, lo que ocurrió fue que "no se logró la meta".





