El abuso infantil se define como contactos o interacciones sexuales entre un niño(a) y un adulto con el propósito de gratificar sexualmente al perpetrador(a) u otra persona.
El abuso sexual no solo incluye contacto físico (penetración, manoseos, sexo oral), sino también la explotación a la cual se exponen con la prostitución o exposiciones visuales (películas pornográficas, revistas o actos sexuales entre adultos).





