En el pueblo de Santa Fe, ubicado en Darién, las hermanas Merinol, además de cultivar el evangelio y esparcirlo por el pueblo darienita, se ayudan económicamente con una pequeña empresa y una finca, donde cultivan en ella los productos que utilizan.
Mediante el Equipo Comunitario de Desarrollo Integral Cristiano crean jabones, tés, alcoholes compuestos y pomadas, todas con ingredientes naturales y cultivados por ellas, ya que usan plantas medicinales con innumerables beneficios.





