Y es que antes, en los cuerpos de los asesinados con arma de fuego se encontraban de uno hasta cuatro balazos, pero ahora cada vez se incrementa el número de balas que utilizan para acabar con la vida de una persona.
Prueba de ello es que en los últimos meses se ha visto en las escenas de los crímenes que las víctimas han recibido más de 10 disparos.





