Ella tiene tres años de estar animando fiestas, cosa que le encanta. Incursionó en este trabajo porque su amiga Migdalia Cocherán la invitó a vivir esa experiencia y quedó fascinada con la faena.
Layda, de 39 años, es moradora en uno de los inmuebles del proyecto Curundú, barrio en el que nació y creció, y del cual se siente orgullosa.





