Carolina Velásquez, quien tiene más de 20 años de vivir en el edificio donde habitan 152 familias, con preocupación recalcó que en la parte baja hay un área recreativa para niños, que es la principal del lugar, pero está llena de aguas negras, excrementos, gusanos y basura.

Es tan estricta la inspección, que ningún estudiante puede ingresar a la escuela hasta que los inspectores o profesores le den el visto bueno. Mientras son chequeados, los estudiantes deben formar largas filas en las que permanecen hasta dos horas de pie.

Uno que puede dar fe de eso es Sergio Calderón, quien tiene 30 años de vivir en el edificio Z-2. Este morador ve con agrado que al fin el Gobierno se haya acordado de ellos.

A los viejos rascacielos se les va a poner techo, se les sellarán todas las filtraciones de agua, se repararán las instalaciones eléctricas, entre otras mejoras.

Edwin Rodríguez, del Departamento de Estadística de la Acodeco, manifestó que desde las 6:30 a.m. se inició el operativo de Cuaresma: se instalaron en la entrada del mercado dos tableros que anuncian los precios más bajos de los productos del mar, se verificó que los precios estuvieran a la vista del consumidor y se inspeccionó que las balanzas estén bien calibradas.

Eran las 10:00 a.m. cuando los gritos desesperados de Karen Reyes alertaron a las vecinas de que algo ocurría. Al llegar a la casa, escucharon que el pequeño Joshua Bonilla estaba desaparecido. “Buscamos por todos los rincones y nada, hasta que nos dio por ir a la letrina”, dijo una de ellas.

El caso más reciente ocurrió el pasado lunes en Brisas del Golf, cuando la mujer dejó sola a una bebé de cuatro meses y huyó con un botín.

La falsa niñera, quien hace llamarse Yahira Conrado (ahora, Elizabeth Rosibet Armendarez Benjamín, de 20 años ) y es de nacionalidad nicaragüense, fue trasladada hasta la Policía Nacional en Ancón en donde se verifica su nacionalidad y si tiene algún caso pendiente en su país.

Para guardar las apariencias, las personas llevaron las armas en mochilas, envueltas en ropa, todo con el fin de no causar alarma ante los demás.

Durante la actividad entregaron 14 revólveres, cinco pistolas, una subametralladora y un pelex. También dejaron seis proveedores y tres granadas.

La detención se efectuó ayer, cuando el delincuente viajaba en un carro y al pasar por un punto de control intentó sobornar a los uniformados, quienes lo detuvieron encontrando así la droga.

Se presume que el hombre llevaba tiempo vendiendo la sustancia. Él fue puesto a órdenes de la Fiscalía de Drogas.

Javier Caraballo, fiscal de drogas, manifestó que a los paquetes de droga primero los untaban de grasa y azufre y luego los envolvían con plásticos, para así evitar que los caninos olfatearan la sustancia ilícita.

Los colombianos habían alquilado un apartamento en Paitilla en el piso 23, la droga estaba escondida en unos anaqueles y en sacos.

La decisión se tomó ayer, luego de una reunión de las partes indígenas y donde se decidió que la ONU sea el mediador y en donde no se permitirá el acceso a los medios de comunicación y los resultados se darán por comunicados de prensa.