Con fe, devoción y alegría entre los peregrinos terminó la peregrinación ayer hacia el Milagroso Cristo de Atalaya.
Se vivió durante varios días muchas manifestaciones de fe, testimonios de sanidad de los enfermos, problemas difíciles que fueron resueltos a personas de toda partes.
El primer domingo de Cuaresma, en el distrito de Atalaya, se calcula que cerca de 400 mil personas peregrinaron para agradecer a la imagen el beneficio de un milagro, mientras que otros le pidieron algún tipo de favor.