La Coordinadora de los indígenas Ngäbe-Buglé no descarta la posibilidad de no enviar a sus hijos a los planteles educativos desde el próximo 27 de febrero cuando se retomen las negociaciones, como medida de presión.
La dirigencia ha manifestado que esta sería una forma en que el Gobierno les cumpla, ya que el daño que están haciéndole a la naturaleza también afecta a los más pequeños.