No me den todo lo que les pido a veces, sólo pido para ver hasta cuánto podré tomar. No me griten, pues os respeto menos cuando me gritan y me enseñan a gritar a mí también, y yo no quisiera gritar.
No me den siempre órdenes y más órdenes, si a veces me pidieran las cosas yo lo haría más rápido y con más gusto. Cumplan sus promesas, buenas o malas.
No me comparen con nadie, (especialmente con mi hermano) si me presentan como mejor que los demás alguien va a sufrir.