Un hijo y su padre estaban andando por las montañas... De repente el hijo se hizo daño y gritó -¡Aaaaaahhhhhh!- Sorprendido oyó como la voz se repetía en algún lugar de la montaña: -¡Aaaaaahhhhhh!-. Con curiosidad, gritó, -¿Quién eres?-. Se enfadó con la respuesta y gritó -¡Cobarde!-. Recibió la respuesta ¡Cobarde!-.
Miró a su padre y preguntó -¿Qué esta pasando? El padre se sonrió y dijo, -Hijo mío, presta atención-. El padre gritó a la montaña -¡Te admiro!- La voz respondió - ¡Te admiro!-.
Otra vez gritó el hombre -¡Eres un campeón!-. La voz respondió -¡Eres un campeón!-.





