Querida Moza: Oh, amiga, ojalá me puedas ayudar, la verdad tengo un problema muy grande, la historia de lo que estoy pasando parece sacada de una novela pasional.
Te cuento, mira, sucede que desde hace tiempo tengo una relación con un hombre mayor que yo, y resulta que mis vecinas vidajenas se la pasan fisgoneando a las horas que él llega y se va de mi casa.