El cuento es que el reguesero, antes de viajar a Francia la semana pasada, perdió sus documentos, todo por estar sacando y metiendo la cartera, lo peor es que no sabe en qué momento se le perdió. Áyala!
Miren que así mismo viajó, se nota que tiene poderes, porque no cualquiera puede andar así por ahí, pero esto no fue impedimento para que el chitreano se luciera como los grandes en la ciudad de la luz, París. Qué bien!