Al momento de la operación “San Miguel Arcángel”, se registró una balacera, donde dos de los cuatro delincuentes resultaron heridos y permanecen en Hospital Manuel Amador Guerrero en Colón.

La droga estaba en 90 sacos sobre una lancha que fue interceptada por un bote patrullero del SENAN y trasladada a la base de Cocolí.

Roberto Alfaro, de la junta directiva del IDAAN, aseguró que el presupuesto destinado para el diseño y los planos de una línea de conducción de agua hasta el sitio fue eliminado por el Ministerio de Economía y Finanzas.

“Con ese plano pensábamos licitar el próximo año la obra para realizarla en dos o tres años, justo el tiempo que va a requerir el hospital en construirse”, dijo.

La defensa del ex hombre fuerte de Panamá había solicitado desde hace meses su extradición de Francia a Panamá.

La sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París se alineó con la petición de la Fiscalía que solicitó que se negara su puesta en libertad en el contexto de la segunda demanda de extradición de Panamá.

El acuerdo de extradición requiere que Washington dé el visto bueno.

Julio Osorio, de la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal) dijo que en los próximos tres meses se llevará a cabo un plan de trabajo en el que se tocarán temas como la no privatización de la institución, la no contratación de médicos extranjeros, respetar los acuerdos de huelga y la restitución de algunos médicos.

De los casos reportados, uno permanece hospitalizado, mientras que un extranjero pidió su salida del nosocomio para trasladarse a los Estados Unidos, su país de origen.

Según las autoridades de la CSS ya egresaron dos pacientes más que tenían la bacteria.

El accidente ocurrió a las 6:30 a.m. y por toda la vía estaban las camillas y los heridos quejándose de dolor, mientras otras personas ayudaban para que los heridos mantuvieran la calma.

De igual manera, estudiantes del colegio La Salle realizaron una cadena humana para exigir paz y justicia, porque Sammy Zeng Chen, y Joel Liu Wung fueron egresados de este centro educativo.

Este mismo acto se repitió en Curundú y en el Barrio Chino, en donde se pudo notar el dolor y desconsuelo de parte de los paisanos y de Panamá entero.

Los chorreranos, con el apoyo de ciudadanos de otros puntos del país, hablaron alto y claro. Esa gente tranquila, trabajadora y humilde solo quiere paz. No quiere una Ciudad Juárez revuelta y convulsionada enquistada en el corazón de su pueblo. No, ellos no se merecen eso.