Cuando el bebé no gatea de manera natural, lo más importante es no forzar su ritmo de desarrollo.
Usted lo puede estimular para que realice esta actividad pero no se exceda, pues no es conveniente para su desarrollo neurológico.
Los padres son los más indicadados para que el niño explore el mundo a su alrededor, para que conozca y aprenda sobre su entorno. Hay que dejar que el bebé vaya explorando y el instinto se encargará de que haga sus movimientos siempre y cuando no padezca alguna condición de salud que le impida realizar dichos movimientos.