Él se dedica a la venta de carne de puerco y explicó que gracias a su trabajo puede educar y darle de comer tanto a sus hijos como a sus nietos y se siente orgulloso de lo que hace, porque se gana la vida honradamente y sin hacerle daño a nadie.
Jocosamente, dijo que si el negocio no fuera rentable, no habría carniceros ni en éste ni en ningún mercado del país.