La familia está formada por dos niñas de seis y ocho años, un niño de un año y medio y sus padres. Llenos de miedo, oraban a Dios para no regresar a ese infierno. Pero al parecer, la suerte no estuvo de su lado, ya que todos fueron deportados por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) el 12 de septiembre.
¿Injusticia?





