Los niños y niñas que practican algún arte como ballet, danza, bailes típicos, música, pintura o artes que implican mucha concentración, deben tener claro que la concentración es un aspecto fundamental para lograr una buena ejecución del arte que se está practicando. Una mínima distracción puede marcar la diferencia entre dos contendientes. Por eso, la alimentación es clave para lograr ese estado de alerta.

Qué comer

Los nutrientes actúan sobre el cerebro y la memoria, por lo tanto incluya:

Ácidos grasos esenciales (coles, zanahorias, aguacate, trigo)

La alimentación en el deporte debe establecer el régimen dietético particular más conveniente para el deportista, según el deporte que practica y el momento deportivo (periodo fuera de competición, en preparación para una competición, durante la competición o después de la prueba) en el que se encuentra.

Lo ideal es mantener un buen estado nutricional y unas condiciones óptimas de reserva de energía y nutrientes que le permitan afrontar con garantías el momento de la competición.

El manual ‘Ayudando a crecer’ explica que la importancia que la TV tenga para el niño depende de cuán importante es ese medio para su familia, fundamentalmente, su padre, su madre y hermanos mayores.

Los hábitos familiares en relación con la TV influyen en el comportamiento del niño frente a la TV.

Algunas investigaciones han demostrado que las personas que cuidan a los niños y niñas menores de cinco años generalmente ignoran cuánto tiempo estos ven televisión diariamente y qué programas ven.

Sobre el efecto de la programación de televisión en los primeros seis años de vida, el manual ‘Ayudando a Crecer’ (preparado por la Organización Panamericana de la Salud y dirigido a periodistas y medios de comunicación) señala que los bebés menores de 6 meses cuando miran la TV lo hacen de forma errática, no fijan la vista. Pocas veces dirigen su mirada sobre la pantalla de TV.

Los bebés de más de 6 meses hasta los 18 meses dirigen su atención hacia donde la mayoría de la familia dirige su atención.

El noviazgo es una etapa muy bonita pero hay que estar preparados emocionalmente para disfrutarlo y enfrentarlo. En la relación se dan situaciones que hay que saber manejar con madurez. Muchos jóvencitos tienden a caer en el sexo y "el noviazgo no implica tener sexo, menos si no se está preparado para lo que se está haciendo ni para asumir las responsabilidades", afirma la especialista.

Ante los abusos

Hay que tener presente que en la etapa de noviazgo se da un gran porcentaje de abusos sexuales.

Si hay un aspecto que los chicos de hoy tienen que aprender es que antes de entablar un noviazgo, hay que tomarse un tiempo para conocerse. Eso va más allá de saber el nombre del otro u otra, su número de celular, correo electrónico, dirección y nombre de su familia. Se trata de conversar de diversos aspectos distintos a lo que sienten por el otro. La idea es ir sabiendo qué les gusta y qué no, cómo piensan frente a diversos aspectos y comprender si tienen los mismos valores, princios, creencias, etc.

Aquellas personas que presionan o influencian de una manera a otros usualmente son líderes. Los líderes pueden ser positivos o negativos. Muchos jóvenes influencian de una manera positiva a sus compañeros, pero esto usualmente no se observa con mucha atención. Por ejemplo, una chica que quiere pertenecer a un grupo de amigas que tiene buenas calificaciones puede esforzarse y cambiar para lograrlo.

Por otro lado, los líderes negativos pueden presionar a un chico a fumar, tomar bebidas alcohólicas o probar las drogas para pertenecer a determinado grupo.

La presión de grupo existe para todas las edades. Usualmente pensamos que inicia en la adolescencia, pero la verdad es que está presente desde mucho antes. Podemos observar chicos en edad preescolar que quieren las zapatillas que tiene su amiguito o la muñeca que tiene la primita. De la misma manera podemos ver el señor de 50 años que pide un préstamo para comprar un auto de lujo porque todos sus vecinos conducen autos parecidos. Chicos, adolescentes o adultos son influenciados por la presión de grupo por un deseo de pertenecer o ser aceptados.

Algunas madres están preparadas para explicarles a sus hijas diversos detalles sobre la primera menstruación o menarquia, pero otras necesitan más información.

El ginecólogo Konstantinos Tserotas señala que la primera menstruación puede suceder desde los 8.5 años y como mucho, hasta los 16 años. Ambos datos parecerán extremos para muchas madres, pero han ido variando con el paso de los años, y el inicio cada vez es menor, afirma el especialista.

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