En esta gran fiesta los uniformados dejaron a un lado ese rostro tosco que a diario muestran en el combate de los delincuentes y se deshicieron en muestras de cariño para sus pequeñines.
Pastel, piñata, comida fueron algunas de las cosas que disfrutaron en la fiesta en su honor los niños que en ningún momento pararon de jugar.