La casa de una viuda muy rica se incendió y ella murió en el fuego. Mientras los bomberos trataban de controlar las llamas se dieron cuenta de que el hijito de la señora, de cinco años de edad, estaba dentro de la casa. No sabían cómo llegar al niño.
Un hombre que pasaba por el lugar vio que las escaleras se habían caído y notó que el edificio no tenía ascensor.
En la escena observó un tubo al lado de las llamas que llegaba a la ventana donde se había asomado el niño.