Los gestos de cariño, las palabras de aliento y los abrazos reconfortaron a los familiares, quienes no pararon de llorar durante la ceremonia religiosa.
Gabriel fue asesinado el 24 de junio, luego de que dos menores de edad le dieran dos disparos en el abdomen para robarle su teléfono BlackBerry en el sector de Pan de Azúcar en San Miguelito.





