LeBron James se sobresaltó cuando la muchedumbre desbordó las aceras y llenó las calles de Cleveland, rodeando el vehículo convertible en el que viajaba con su familia.
James miró a su esposa, Savannah, a su hija bebé y sus dos hijos y temió por su seguridad.
"Por un instante tuvimos algo de miedo", confesó el astro de los Cavaliers.
Pero el temor no duró mucho.