Los sueños son los que nos mantienen vivos. Los que alimentan nuestro corazón y dan alegría y felicidad a nuestras almas.
Como aquel sueño que perseguía y que estaba segura de conquistar la taekwondista panameña Carolena Carstens, que no era otro que estar en el podio en los Juegos Olímpicos 2016, que se celebran en Río de Janeiro, Brasil.
Pero ese deseo no se hizo realidad. Una atleta de Bélgica, Raheleh Asemani, se encargó de destruir en mil pedazos las ilusiones de la gladiadora panameña de 20 años de edad.