No solo las huellas emocionales causan sufrimiento a los cientos de migrantes cubanos en Panamá, sino también las físicas, ya que las alergias, problemas estomacales y estados febriles han sido su talón de Aquiles en el largo recorrido que aún no terminan.
Yolanda Vega Mendoza ya no siente sus piernas, y rascarse ya no es una alternativa para aliviar el intenso dolor que siente en todo su cuerpo, producto de un brote infeccioso que desarrolló por caminar tantas horas.





