La mañana se había tornado un poco oscura, la brisa estremecía con fuerza las toldas de los puestos de ventas y los pocos árboles que hay en Calidonia; algunas personas corrían hacia la estación del metro en la 5 de Mayo, mientras otras caminaban hacia la zona paga.
Eran las 11:30 a.m. del pasado jueves 18, cuando debido a la tempestad que se avecinaba, todos buscaban dónde guarecerse.
Curiosamente, en la zona paga de El Marañón, entraban los usuarios, pero no había ningún tipo de vigilancia.





