Luisiana sigue desenterrándose tras las inundaciones devastadoras, y las cuadrillas de rescate van puerta por puerta en busca de sobrevivientes o cadáveres atrapados por aguas tan arremolinadas que en algunos casos sacaron a flote a los muertos en los cementerios.
Al menos 13 personas murieron en las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales en el sur de Luisiana.
Al comenzar el lento retroceso de las aguas, se acelera la tarea de reconstruir vidas, sacar el barro de las casas o al menos encontrar un alojamiento.





