La incomodidad se deja sentir en algunos usuarios del Metro, ante los pocos asientos en el tren. Y es que la mayoría de llos que lo abordan son mujeres embarazadas y adultos mayores, que quedan de pie.
Esperanza Mena, presidenta de la Fundación para la Protección del Usuario del Transporte, reconoce que esto se hace por la demanda de viajeros (unas 240 mil personas), pero piensa que deben quedar algunos para darle respuesta a los que en verdad lo necesitan.