El virus del Zika mantiene a muchos panameños en zozobra por miedo a tenerlo, otros, ya víctimas, con temor a complicar su salud, y a las autoridades, trabajando el doble de lo habitual.
Pero como si estas preocupaciones no fueran suficiente, ahora crece la incertidumbre entre los panameños de si la sangre que están recibiendo de donaciones está libre o no del virus.





