Transportar a sus hijos a los centros educativos es la difícil tarea que todos los años tienen muchos padres de familia. Una de las preocupaciones radica en los costos que deben asumir, además de en manos de quién los dejarán para que sean movilizados.
Algunos acudientes deciden optar por los busitos colegiales; otros, por ahorrar unos reales, hacen contratos con taxistas o busitos piratas, sin saber qué protección tiene su acudido.
Esto es calificado como una competencia desleal por las agrupaciones de busitos colegiales.





