Ayer, les decía que estuve en Qatar llevando mi arte a esas tierras lejanas. Tras cuatro meses allá, me entrevistó un presentador de televisión, famoso por hacer sentir mal a sus invitados. Conmigo y mi grupo fue todo lo contrario.
Él realmente disfrutaba lo que hacíamos en el escenario, y yo solo podía pensar uy, nos salvamos, ya que él tenía el poder de destruirnos y hacernos quedar en ridículo en televisión, pero no lo hizo, más bien quedó impresionado.