Serbia, Bosnia y Croacia seguían afectados por las peores inundaciones en un siglo, que han causado cerca de 40 muertos, aunque una vez que se retiren las aguas las autoridades temen encontrar más víctimas. Toda la región balcánica vivió una situación de emergencia ante la persistente subida de las aguas, mientras que la ayuda humanitaria empezaba a llegar desde varios países europeos.
Según datos oficiales, en la parte serbia de Bosnia han muerto 16 personas.