Los delegados electorales tienen la misión de hacer cumplir las normas y disposiciones electorales para el buen desarrollo de los diversos procesos electorales.
Velar por el cabal cumplimiento de las órdenes y medidas que acuerde el Tribunal Electoral, tendientes a que las consultas populares y actividades internas de los partidos políticos, a petición de estos, se desarrollen en condiciones de orden y libertad irrestrictas.