La propagación de la enfermedad se ve facilitada por el contacto estrecho y prolongado (besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos compartidos) con una persona infectada.
El periodo de incubación medio es de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.
Los síntomas más frecuentes son rigidez en la nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos.