El papa Francisco afirmó que la resurrección de Cristo que la Iglesia celebra este domingo no es el happy end (final feliz) de una película, sino el gesto de Dios cuando se acaban las esperanzas del hombre.
El papa comenzó la catequesis de ayer Miércoles Santo con el episodio de la humillación que Jesús sufre tras la traición de Judas.
Un episodio triste y dramático, explicó el pontífice, ya que Jesús fue vendido como en el mercado por 30 monedas y con el que comienza así su humillación hasta el final.