El golpe bajo propinado por Juan Carlos Varela a Juan Carlos Navarro en pleno debate presidencial ya desató una guerra sucia entre el panameñismo y el PRD en las redes sociales y correos electrónicos.

El panameñista Varela comenzó cuando le preguntó al perredista Navarro si había pedido ayuda al mandatario Ricardo Martinelli para resolver un caso de presunta violación a un menor, que involucraría a un pariente, caso que a la postre fue sobreseído por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Piden a la Acodeco que se dé una vuelta por ciertas abarroterías en Samaria en San Miguelito, que tienen los precios de algunos productos muy caros. Están jugando con la necesidad del pueblo.

Residentes de Pueblo Nuevo denuncian que varias calles internas de este sector son tomadas como “atajo” por conductores de equipo pesado que manejan a altas velocidades. Solicitan a la ATTT fiscalizar esta situación.

Moradores de Juan Díaz agradecen a las autoridades locales haber tomado la iniciativa de realizar una feria de empleo mañana en el parque Heliodoro Patiño, desde las 9:00 a.m., pues muchos lo necesitan para llevar el sustento diario al hogar.

Residentes de Betania recomiendan a los padres de familia que eviten enviar a sus acudidos a las tiendas solos porque constantemente hay personas muy extrañas y en actitud sospechosa.

Moradores de Cerro Viento se preguntan por qué no han habilitado una parada adecuada mientras efectúan trabajos en el sector. Personas de avanzada edad son las más perjudicadas.

El juicio estaba llegando a su fin. Toda la evidencia pesaba en contra del acusado. La sentencia de muerte sin duda caería sobre Carlos Chambers. Había matado a una mujer de 70 años para robarle. Seguramente lo condenarían a la cámara de gas.

El fiscal, a fin de reafirmar su tesis, tuvo la ocurrencia de citar la Biblia: «Dios dice que el que derrama sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada».

“La competencia me ha parecido muy interesante e innovadora, y ha sido una gran experiencia”.

El 9 de abril de 1948 ocurrió el homicidio del líder liberal colombiano Jorge Eliécer Gaitán, uno de los hechos más trascendentales de la historia de ese país. El asesinato del candidato presidencial provocó violentos disturbios que dejaron a más de 3,000 personas muertas, y originó un clima de violencia generalizada. Los efectos de la muerte de Gaitán aún se sienten en Colombia.