Cuando una persona tiene dudas de si es o no adicta a una sustancia o conducta, en la mayoría de los casos, ya existen problemas relacionados con dicha situación , pues el cerebro sabe que hay algo que no anda bien.
Para eso hay una prueba sencilla que la persona puede hacer, aseguró Smith. Lo primero es preguntarse si lo que haces te roba parte de tu tiempo productivo, si esto afecta tu salud y no lo quieres aceptar, si piensas en hacerlo con premeditación. En pocas palabras, planeas el día y la hora.