Un grupo de investigadores suizo ha desarrollado un método que multiplica por diez el ancho de banda de la fibra óptica al reducir el espacio entre los pulsos de luz que transportan la información, lo que permite que circulen más datos y en menos tiempo.
La principal innovación de esta tecnología es su concepto basado en el tratamiento de la luz y para aplicarla solo es necesario cambiar la fuente emisora.





